La elección de carrera es una de las decisiones fundamentales que se toman en la vida para construir nuestro futuro. Casi todos los jóvenes eligen su carrera hacia el último año de su preparatoria. A esta edad, sin tener conocimiento del medio laboral, se ven obligados a elegir aquello a lo que se van a dedicar. Los criterios con los que se elige la carrera suelen no ser objetivos y las bases con las que se cuentan, por lo general no están bien sustentadas, ya que si uno no conoce las carreras, ¿cómo va a escoger la adecuada?
Los criterios con los que el estudiante de bachillerato elige la carrera suelen ser dos: por las materias que les gustan y se les facilitan y por la idea – en ocasiones poco clara – de lo que son las distintas profesiones y en qué consisten. La mayoría de las personas tienen algunas nociones o ideas preconcebidas acerca de lo que hacen tal o cual tipo de profesionistas, pero pocas saben el trabajo involucrado en su formación y en su desarrollo.
Si el joven se encuentra en la etapa de selección y elección de su carrera y está explorando su interés y potencial vocacionales; si se es padre de familia, orientador o maestro, o simplemente, se está interesado en ayudar a los estudiantes a seleccionar una carrera que responda a sus intereses y expectativas, la siguiente información pudiera servir para afianzar la vocación y a vislumbrar las oportunidades que esperarán en el ámbito profesional para se puedan aprovechar si se actúa inteligentemente.
Hasta hace aproximadamente una década, un ingeniero con un alto nivel de especialización en un área concreta era altamente valorado, aún cuando ello restringía su campo profesional y limitaba sus competencias a una parcela cognitiva muy estrecha; que le ocasionaba, frecuentemente, problemas para comunicarse de manera efectiva con profesionales de otras áreas, trabajar colaborativamente con personas con otro tipo de intereses y tener una visión sistémica de los problemas, lo que limita tener una visión global del entorno. A este tipo de ingenieros se les ha llamado tipo “I”, debido a que la línea vertical indica gran profundización de conocimiento en un área muy limitada, representada por lo delgado de la letra.
Actualmente, las necesidades del sector productivo se enfocan a ingenieros, a los que algunos autores han designado tipo “T” cuyas características simbolizadas por esta letra son:
La línea horizontal de la T, significa una formación humana, científica y tecnológica muy amplia, de tal suerte que le sea posible cubrir un amplio espectro de conocimiento, habilidades, actitudes y valores. Esta formación debe haber sido programada de forma intencional dentro de los planes de estudio de su carrera, a través de algunas materias curriculares, pero sobre todo con la introducción de objetivos formativos en la mayoría de sus cursos, en los que se desarrolle su habilidad para resolver problemas, sus competencias de liderazgo, trabajo en equipo, expresión verbal, planeación participativa, etc. Sin descuidar la línea vertical de la T, en la que se va a atender una profundización en cierta parcela del conocimiento y desarrollo de habilidades específicas en esa área, con el fin de que su contribución al trabajo en equipo sea significativa.
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